Hato-Ratón - 1960

Hato-Ratón - 1960
Para la reconstrucción de nuestro pasado más reciente nos encontramos con la dificultad de la dispersión de las fuentes, y de la existencia de importantes lagunas temporales y geográficas, características estas comunes al conocimiento de cualquier periodo histórico. Sin embargo exclusivo de la historia contemporánea es la presencia de la memoria colectiva de los que han vivido los hechos que se quieren reconstruir o que han heredado las vivencias, y que abren nuevas líneas de investigación como es la historia oral.

sábado, 5 de octubre de 2019

ilusiones infantiles y momentos taurinos


ilusiones infantiles y momentos taurinos
Sirva esta exposición de aquellos jovenzuelos que teníamos estas ilusiones y que solo fueron juegos de niños,pero que en aquellos momentos fuimos toreros por un día.
Los que nacimos a finales de los 50, vivimos en la década de los 60 ilusiones y momentos marcados por una etapa taurina sin igual,era el momento en que la televisión inundaba los hogares y tabernas con el fenómeno taurino el Cordobés y los festejos en nuestra plaza de toros,en nuestros juegos no podía faltar ser torero,futbolista,ciclista o voceador,esta ilusión infantil estaba ligada a ser un valiente,ser el mejor ante tu oponente,nuestra imaginación inocente, hizo que nuestras madres tuvieran colaboración en ofrecernos la ayuda a realizar nuestros sueños.Jugamos tanto en esos patios y en la calle de los postigos, que al encontrar esta fotografía en el viejo costurero de mi abuela Rosario Barrera, asalto en mí, la nostalgia y el recuerdo de aquellos momentos de mi niñez.

Aunque no conservo fotografías de aquellas tardes en la que mis amigos y yo con la muleta bajo el brazo entrábamos en la plaza de toros de La Teja,estábamos dispuestos abrir la puerta del chiquero a una becerra que tenían para el fin de semana para una boda,en esos momentos no no veía nadie y nos pusimos a dar pases con la muleta en medio de la plaza,en aquel momento salió un perro más grande que nosotros, yo estaba de espalda al perro, mis amigos Antonio y Curro me avisan que se había escapado la becerra,al mirar hacia atrás lo vi tan cerca que me asuste y echamos a correr. cuando ya estábamos lejos nos reíamos de cómo sucedió todo.





En otra ocasión mis amigos y yo fuimos al matadero para pedirle al matarife una cornamentas para nuestro entrenamiento pero no estaba,nos fuimos por el camino que había una tapia baja,yo fui el primero en saltar,en el corral había unas vacas echadas esperando su turno, yo trataba de sortearlas cuando por la tapia se asoma mi padre que pasaba por allí con el carrito del pan ya que él era panadero en estos años,al verme en el corral me dijo,si quieres ser torero toma mi sombrero y darle unos pases a esa vaca,cogí el sombrero y con la vaca echada me puse delante diciéndole, eh toro,eh toro, cuando la vaca se levantó eche a correr y al saltar la tapia mi padre me trinco por la camisa y me dijo vete para casa que ya te voy a dar a ti toreo,esa tarde solo me castigó sin salir.
Recuerdos de mi estancia en el colegio de las hermanas Salesianas. Después de hacer  el curso de parvulario en el colegio del Grupo escolar Primo de Rivera junto a mi hermana Conchita, el siguiente curso mi madre llego tarde para inscribirse al siguiente curso y tuvo que apuntarse en el colegio de las Salesianas, contaba yo con cinco años y fueron dos cursos maravillosos,apenas recuerdo diferentes momentos junto a algunos amigos y sobre todo a la hermana Sor María. nuestra clase de niños estaba en el patio justo saliendo a la derecha,mientras que la de las niñas estaban en el interior. el patio era el sitio del recreo y donde en primavera hacíamos los teatros,recuerdo como mi fama de querer ser torero llegó a las monjas y decidieron hacer un teatro de torero,confeccionaron una muleta y una chaquetilla para tal ocasión,estando el patio lleno con las alumnas y sus familiares presentamos una corrida de toros, Pedro Hacían un compañero que era muy alto de picador, Juan Carlos Nogueras Corchero que era más bajo de toro y un servidor de torero,oreja y vuelta al patio donde los asistentes aplaudieron exclamando !!olé Torero!!,días felices con momentos inolvidables.
Esta afición tan arraigada en mi pueblo dio paso a una juventud a emprender el camino en el que muchos de ellos llegaron a ser su aventura toreril,unos llegaron antes que otros,muchos de ellos solo fue torero por un día.Aquellos que mantuvieron su afición un largo tiempo, hoy apenas queda sus recuerdos en nuestra memoria.Mi investigación en recuperar estas memorias, pasa por estas lagunas temporales de describir lo ocurrido en esos momentos que suceden los acontecimientos,hilando las memorias de los entrevistados consigo describir algunos de estos momentos vividos en el lugar de los hechos,en otros, solo tendremos datos de carteles y críticas en el que fueron mencionados.Mi labor de escribir estas memorias supondrá un paso en el tiempo, donde necesitare una segunda vida para cubrir su totalidad, o al menos una gran parte de estas personas que de alguna manera contribuyeron con esta ilusión taurina a nuestra historia de la tauromaquia en Sanlúcar la Mayor.

Juan Moreno Carmena "Villarito"
Un homenaje al amigo que nos dejó,y un recuerdo de sus vivencias a la memoria taurina
Pepe Tirito uno de los grandes aficionados y consagrado en el mundo taurino en su primera época de los años 50  como torero cómico y en los años 60 y 70 como picador, me narraba Pepe este primer acercamiento de Juanito cuando aquella mañana Pepe se dirigía con su moto al mencionado cortijo, cuando se encuentra con Juan Moreno padre de Juanito, al que por su gran afición al mundo de los toros y conocido tertuliano de casinos y bares,  le indica que se lleve a su hijo al tentadero y le enseñe el arte del toreo.
El herradero fue como una  plaza para juanito donde puso a los asistentes en pie por su valentía y destreza con el capote, los asistentes no paraban de hacerle fotos y aplaudirle entre capotazo y medias verónicas como si de un gran torero se tratara,en este primer contacto y los que le sucedieron....https://solucartaurina.blogspot.com/2018/05/juan-moreno-carmena-villarito1956-2015.html

Los Fotógrafos de Ferias aportaron muchas de estas instantáneas Toreril



Sueños de Papel
Dormido mientras camina un chaval de corta edad suspira y sueña,por los caminos de la libertad,por los senderos de una gloria sub real,por los campos y pueblos con sus sueños atados el maletilla va.
Es difícil alcanzar la gloria,él lo sabe de mas,pero tiene algo muy valioso que hasta ella le ara llegar.
Son sueños casi inalcanzables,pero es su motor de libertad,es lo que su corazón ansía,es lo que la vida le da.
Ya apenas se escuchan pasos de votos gastados,ya por los cerrados no va,ese maletilla desaliñado,que para la Luna a de torear.
Ya no se ve en las fuentes descansar,ya nadie sabe de ellos su verdad,el maletilla a desaparecido,hay quien dice que han dejado de soñar,pero si preguntas a un novillero,si preguntas a cualquier chaval,veras en su mirada,aquella mirada que en la cara del maletilla por siempre reflejada estará.
La Luna en la soledad de sus noches oscuras,en el silencio de voces calladas,ya su muleta no refleja,dicen que las noches han perdido el encanto,desde que el maletilla a visitarla no va.
Aquellos maletillas 
Solo hay que atrasar medio siglo para volver a un tiempo en la que los toreros maletillas recorrieron los pueblos de la península ibérica en busca de la gloria. Una gloria que para muchos no llegó, pasaron hambre, pasaron frío, pasaron calor y pasaron tiempos que a muchos les resultaría imposible mantenerse en buen estado físico y sicológico. Fue duro, incluso murieron muchos de ellos, no fue nada fácil. Todos conocemos las historias de tal o cual niño que decidió lanzarse a la aventura de hacerse torero y en busca de cumplir su sueño viajo a un pueblo tras otro para torear las bestias enfurecidas que allí lidiaban. 




EL ESPONTÁNEO
Quiero recordar  aquellos maletillas que en su día recorrían veredas y caminos en busca de una oportunidad para dar unos cuantos capotazos y muletazos a toros, novillos o becerras que se le pusiese delante, tanto en el tentadero, como en el cerrado de reses bravas e incluso tirarse de espontáneo en cualquier plaza de toro para mostrar sus cualidades.
alto espigado, gorra a cuadros , camisa gris, pantalón a  rayas y los pies calzados con  botas camperas ajadas por el huso a  falta de tomate y limón (se utilizaban antiguamente para limpiar las botas), al cuello un pañuelo oscuro blanquecino por el polvo y  sudor acumulado.
A las cinco de la tarde el ambiente de la fiesta taurina se engalanaba con los colores alegres del evento, a base de pedir limosna consiguió 50 pesetas, después de pagar la entrada le sobraron 5 ptas., guardandolas en el bolsillo con las dos  restantes que tenía para comer por la noche el bocadillo deseado. Entró por la puerta que daba acceso al tendido de sol, miró a su alrededor recordando la canción que decía:” La plaza es un panal de azul y oro , al ruedo se ha tirado el maletilla que sueña con la gloria del toreo.” Si… si, la plaza era un panal entre el azul del cielo y el amarillo oro del albero, resaltado por el riego del camión cisterna que minutos antes había regado el ruedo, el olor a tierra mojada impacto en su nariz sin apenas darse cuenta, sus pensamientos estaban ocupados ¿ en qué toro se tiraría al anillo de la plaza?, él había oído a los grandes aficionados que decían: “no hay quinto malo” pero no podía esperar así al quinto, el estado de nervios era tal que hacía que sus piernas temblaran como las hojas del álamo con el viento, así que se mentalizo en saltar nada más salir el primer toro, el berrendo salió por la puerta de chiquero, nervioso pero pausado, maestros y subalternos cuchicheaban por lo bajo, comentando el peligro que tenía el animal. El maletilla se  desabrocho la camisa, sacó la muleta y el palillo con el cáncamo quedó ajustado en la misma, la muleta estaba lista, oyó un murmullo a su alrededor, corrió escaleras abajo hasta poner el pie en la protección de la contra-barrera y saltar el callejón para caer en la plaza y darle un par de muletazos al toro, el cual embistió con saña, subalternos y matadores corrieron hacia él antes de que ocurriese una desgracia, el silencio fue rasgado por  chillidos y lamentos que salieron de lo más profundo de un  público asustado por el desenlace, el cielo azul se convirtió en plomizo y el albero amarillo se tiño de rojo, entre neblinas el espontáneo se vio así mismo saliendo por la puerta grande de los triunfadores con un ramo de flores en la mano, en su memoria martilleo parte de una estrofa publicada en un periódico taurino, no recordaba cual era, quizás: “El ruedo” o “ él Dígame” decía: “Fue muy triste su final, disculparme de contarlo, pero seguid mi consejo, no tirarse de espontáneo”.
Jugando a ser Torero



Detrás de la ventana
me he visto desgranando, uno a uno,
los días de mi infancia como si regresara de la vida…
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