En la plaza de toros de la Venta del Águila, Santiago organizo un festival con José Luis Capillé, compraron unas vacas en Aznalcóllar, José Luis Capillé eligió las dos vacas para ellos, Santiago invito a Rafael Guerrero y Antonio Cutiño, y de cocineros el canilla y el minuto. Momentos y recuerdos de Santiago en sus buenos años de afición.
José Luis Bernal, Capillé. Sevilla (barrio de El Arenal), 2 de abril de 1946- Alternativa: 11 de octubre de 1967 en Zaragoza, siendo su padrino Andrés Hernando, que le cede el toro “Zapatillero”, de la ganadería de Carlos Urquijo, con Manuel Benítez "El Cordobés" como testigo.
Entre sus reliquias guarda un capote de Paquirri regalada por D. Antonio Ordóñez, estando embardando en el terruño de Guardiola, Ramón de la Platera y Santiago torearon dos vacas.
En lo de Clemente Tasara en presencia de Curro Romero, Julio Pérez “Vito” y Andrés Luque Gago, Santiago toreo una vaquilla.
En una ocasión, hartos de andar aquellos caminos de tientas, regresaban de la finca, la alegría, se detuvieron en la fuente de la coriana para limpiarse la ropa llena de sangre, llegando al nuevo coliseo de la puerta de jerez los detuvo la guardia civil para preguntarles de dónde venían, a la guardia civil no le convenció sus argumentos y los multo con 3.500 pesetas, Juan de Dios Pareja Obregón se presentó a pagar la multa con una talega llena con 3.500 pesetas en calderillas, lleno todo el mostrador de gordas, la moneda más baja en aquellos tiempos.
Santiago siempre estaba en forma, su deporte, era el campo y los caminos, el terreno que mejor dominaba, el camino viejo se lo subía de espalda, cuando salía con sus compañeros en dirección al río Guadiamar era el primero que llegaba.
Con 13 años, Santiago y Antonio Escudero Rovallo, el “minuto” fueron en bicicleta a la vacante de D. Carlos Melgarejo en la carretera de Huevar, juntos torearon unas vacas en la plaza que era una nave que no tenía techo y el ganado estaba allí recogido.
En la historia de la Tauromaquia existen muchos personajes y “figuras” famosas, pero esa Historia también la hicieron hombres que pasaron casi desapercibidos por mala suerte o falta de recursos… Por tanto, es justo sacarlos del olvido al que han sido relegados dando a conocer su historia.
No ha sido fácil, ya que hay muchos personajes de los que apenas ha quedado constancia escrita y mucho menos documentos gráficos que avalen su existencia. Santiago Mora Asían, el "Curita", sabía que era en el corazón donde se anidaban todos los misterios de la vida. O lo que viene a ser lo mismo: “El arte –según Torrente Ballester– es un juego con la realidad. Un juego serio porque sale del corazón”. Y más serio todavía en el arte de torear porque está en juego la vida del artista.
Su buena memoria nos ha hecho recordar aquellos momentos de nuestra historia taurina, de aquellos maravillosos años de los 60, de aquella juventud y sus ilusiones.
Su legado de vivencias queda patente en esta narración que juntos elaboramos a la sombra de su rincón, junto a las murallas que le vio crecer. Muchas gracias, querido amigo Santiago, por dedicarme estas mañanas de las que disfrutamos de nuestra historia, y que nuestro señor te dé salud para seguir disfrutando de la vida, tu familia y tus amigos, que Dios te bendiga.
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