En una noche de Reyes, mientras los cohetes sonaban en la plaza, Santiago y el platerito se encaminaban a la finca de la Herrería de Pablo Romero, entre la finca de la ribera del lobo y el cerro de la zahúrda, entraron al encuentro de un becerro, entre los dos se hincharon de darles pases hasta que se hartaron. Al día siguiente Santiago fue en una bicicleta a varilletear (poda del los olivos) con Carlos Melgarejo. Santiago describe esta época como que eran unos jóvenes muy pillines.
Uno de esos jóvenes pillines fue Antonio Donaire Perejón el “Morito”, (El del centro de la fotografía) que tomo tanta fama aquel día que toreo en nuestra plaza dejándonos una faena insuperable con finura y dominio saliendo a hombros de la plaza hasta el bar de la Horca con vítores y aplausos.
Casi todo se tramaba por las noches, si querían bañarse en la piscina, saltaban la cancela y adarce el chapuzón, si querían torear, quedaban en el porche de la Iglesia y tramaban la salida y donde podían darle unos capotazos a los toros.
Santiago pertenece a la tercera tanda de alumnos de la escuela del maestro “Cánovas”, en aquella mitad de los años 60, Manolo "Sanlúcar" y Antonio "Guerrita" eran novilleros y ambos solían tener sus corridas independientes. La mayoría de los alumnos de la tercera tanda de la escuela de “Cánovas” solían apoyar más a Antonio "Guerrita" por ser menos favorecido, ya que Manolo "Sanlúcar" que fue apoderado por Pareja Obregón durante varias temporadas.
Antonio "Guerrita" Manolo "Sanlúcar"
Aunque sus formas de torear eran distintas, solían ser más solidarios con el que menos corridas tenía. Antonio y Manolo, a pesar de haber sido compañeros en la escuela de “Cánovas”, tenían sus rifé rafe de vez en cuando, cada uno tenía su afán de torear y esto les convertía en enemigos en estos primeros años.
Tanto fue esta “guerra” taurina que la afición Sanluqueña se dividió en dos, por llamarlo de alguna manera, a Guerrita decían que lo apoyaban los aficionados "pobres" y a Manolo los aficionados "ricos”, (“cosas de los pueblos”).
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